domingo, 27 de septiembre de 2009

LoS HuMeDaLeS: RiQuEzA nAtUrAl qUe DeSaPaReCe







Los humedales son los ecosistemas en los que el
agua es el elemento más importante del ambiente
y el que mayor influencia tiene sobre su flora y
fauna. Ejemplos de humedales son los manglares,
ciénagas, turberas, marismas y esteros. Se
distribuyen prácticamente sobre todo el planeta,
a excepción de la Antártica, en todos los climas:
desde la tundra hasta los trópicos, tanto en las
zonas costeras como dentro de los continentes.







Aunque no sabemos con exactitud qué superficie
cubren estos ecosistemas en el planeta, se
calcula que cubren entre 5.3 y 12.8 millones de
kilómetros cuadrados, es decir, entre 4 y 9% de
la superficie terrestre. Los humedales proveen
de muchos e importantes servicios ambientales:
alojan a un gran número de especies importantes
para el hombre, purifican y mejoran la calidad
del agua, ayudan a evitar inundaciones, sirven
de barrera para mitigar los efectos de eventos
meteorológicos extremos -como los huracanes- y
capturan también una importante cantidad de
carbono atmosférico.







Sin embargo, los humedales también han
sufrido el impacto del crecimiento de la
sociedad mundial. Se estima que la mitad de la
superficie original de humedales en el mundo
se ha perdido, y de los que restan, una parte
considerable se encuentra deteriorada. Las
principales amenazas a los humedales, además de
que se cambien para usos agrícolas o ganaderos
–que ha sido la principal causa de su pérdida-,
radican en las actividades que afectan tanto la
cantidad de agua que requieren para funcionar,
como su calidad. Entre las actividades que más
afectan la reserva de agua de los humedales
destacan la modificación de los cursos de agua,
la extracción para el consumo humano, el relleno
con tierra u otros materiales y la construcción
de presas y diques, mientras que la descarga de
aguas residuales, tanto domésticas, agrícolas e
industriales, es el principal factor que afecta su
calidad. Aunado a ello, deberemos sumar el efecto
del cambio climático en el futuro: la elevación del
nivel del mar podría dañar irreversiblemente a los
humedales costeros, cambiando su composición
de especies y reduciendo su productividad.







En México, los humedales están presentes en las
zonas continentales y en las costas. Nuestra riqueza
es enorme: poseemos manglares, popales, tulares
y ciénegas, entre tantos otros. Podrías admirar su
belleza en reservas como las de los Pantanos de
Centla, en Tabasco, en las distintas lagunas y lagos
de Michoacán, o en la zona costera de Nayarit.
Sin embargo, las actividades agropecuarias, el
crecimiento de las zonas urbanas y turísticas, la
extracción de agua y la contaminación con aguas
domésticas e industriales, han mermado esta
riqueza natural. Muchos de ellos se han perdido
-por ejemplo en el caso de los manglares, se estima
que en México tan sólo queda 64% de la cubierta
original- mientras que otros están degradados y
seriamente amenazados por la mano del hombre.

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